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"Sustracción Parental: Un Crimen Silencioso que Deja Huellas Profundas PARTE DOS"

¿Por qué ocurre la sustracción parental?

La sustracción parental es una forma de violencia familiar que ocurre cuando uno de los progenitores retiene, oculta o traslada a un hijo sin el consentimiento del otro padre con derechos legales. Aunque suele estar motivada por conflictos personales, sus consecuencias trascienden lo emocional y legal: afectan directamente el bienestar del menor, quien queda atrapado en medio de una disputa que no le corresponde. Entender este fenómeno es el primer paso para prevenirlo y proteger los derechos de la infancia.

Las motivaciones detrás de la sustracción parental pueden variar:

  • Venganza o conflicto conyugal. Muchos casos surgen tras separaciones conflictivas.
  • Deseo de control total. Uno de los progenitores busca monopolizar la relación con el hijo.
  • Diferencias culturales o religiosas. Especialmente en casos internacionales, pueden intervenir creencias o valores diferentes.
  • Desconfianza hacia el sistema judicial. Algunas personas creen que actuar por su cuenta es la única forma de proteger al menor.

Sin embargo, ninguna razón justifica la privación de la relación con uno de los padres. El interés superior del menor debe estar por encima de cualquier conflicto entre adultos.

¿Qué puede hacer la sociedad?

Combatir la sustracción parental requiere un enfoque integral:

  • Concientización social. Muchas veces se normaliza el hecho de que un padre "desaparezca" con el hijo si se siente “más capacitado” para criarlo. Este pensamiento debe cambiar.
  • Formación judicial especializada. Jueces y fiscales deben estar capacitados para actuar con urgencia y sensibilidad.
  • Apoyo psicológico para las familias. El acompañamiento terapéutico es clave para reparar vínculos y mitigar daños.
  • Educación en corresponsabilidad parental. Desde las escuelas y medios de comunicación se puede promover una visión sana de la coparentalidad.

Prevención: claves para evitar la sustracción

  • Acuerdos legales claros. Custodia, régimen de visitas y derechos deben estar establecidos y actualizados.
  • Comunicación abierta. Fomentar canales de diálogo entre progenitores, preferiblemente con ayuda de mediadores.
  • Alertas tempranas. Observar señales de manipulación, control o intención de fuga por parte del otro progenitor.
  • Documentación internacional. En parejas mixtas o familias con vínculos internacionales, conviene registrar al menor en ambos países y tener copias legales de acuerdos judiciales.

La sustracción parental no solo es una violación legal, sino una herida emocional profunda. Impide el sano desarrollo de los menores y destruye la posibilidad de una crianza compartida. Proteger a los niños de este tipo de violencia requiere acción conjunta: leyes firmes, conciencia social y una visión centrada en el bienestar infantil.

Más allá de los desacuerdos o separaciones, los hijos tienen derecho a amar y ser amados por ambos padres. Ningún conflicto adulto debe interponerse en ese vínculo esencial.

Si te ha quedado alguna duda contáctanos “AHORA MISMO” . Para “Corral Cantón Abogados” . Será un placer atenderte.

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