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"Sustracción Parental: Un Crimen Silencioso que Deja Huellas Profundas PARTE UNO"

La sustracción parental es una problemática compleja y profundamente dolorosa que afecta a miles de familias en todo el mundo. Se refiere a la acción de uno de los progenitores que, de forma deliberada, sustrae o retiene a un hijo o hija sin el consentimiento del otro progenitor que tiene derecho de custodia o visita, rompiendo así el equilibrio legal y emocional que debe prevalecer en una crianza compartida.

A menudo malinterpretada o minimizada, esta conducta constituye no solo una violación legal, sino un acto que puede generar consecuencias psicológicas devastadoras para el menor y daños irreparables en las relaciones familiares.

¿Qué es la sustracción parental?

La sustracción parental ocurre cuando uno de los padres traslada, retiene o esconde a un hijo/a sin el consentimiento del otro progenitor con quien comparte la responsabilidad legal o custodia del menor. Puede ser nacional —dentro del mismo país— o internacional, cuando se traslada al niño a otro país, lo que complica aún más su resolución.

Es importante destacar que no solo se trata de “llevarse” al menor. Muchas veces la sustracción puede manifestarse en:

  • Cambios de domicilio sin notificación.
  • Impedimento de visitas previamente acordadas.
  • Retención del menor tras un periodo vacacional.
  • Manipulación emocional para rechazar al otro progenitor.

Aspectos legales

En muchos países, la sustracción parental es considerada un delito. En México, por ejemplo, el Código Penal Federal establece sanciones para quien sustraiga a un menor de edad sin autorización legal. En el ámbito internacional, el Convenio de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores busca proteger el derecho del menor a mantener relaciones personales con ambos padres.

Procedimientos legales

Cuando ocurre una sustracción parental, el progenitor afectado puede:

  • Interponer una denuncia penal.
  • Solicitar medidas urgentes de localización del menor.
  • Iniciar un procedimiento civil para restitución, si es el caso.
  • Recurrir a tratados internacionales si el menor fue trasladado al extranjero.

No obstante, estos procesos suelen ser largos, emocionalmente desgastantes y, en muchos casos, ineficaces si el país al que se llevó al menor no es signatario del Convenio de La Haya o si existen vacíos legales.

Consecuencias emocionales en los menores

La sustracción parental puede tener efectos psicológicos severos en los niños:

  • Ansiedad y miedo. El niño puede vivir en constante incertidumbre o temor a ser "encontrado" o "perdido".
  • Confusión emocional. Se les puede manipular emocionalmente para rechazar al otro progenitor (síndrome de alienación parental).
  • Problemas de identidad. La ruptura del vínculo con uno de los padres puede afectar su sentido de pertenencia y autoestima.
  • Trastornos de apego. El niño puede desarrollar inseguridad emocional en sus relaciones futuras.

El daño emocional se agrava cuando el menor es expuesto a mentiras, odio o manipulación hacia el otro progenitor, creando una división interna que puede acompañarlo durante toda la vida.

Si te ha quedado alguna duda contáctanos “AHORA MISMO” . Para “Corral Cantón Abogados” . Será un placer atenderte.

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